1/7/12

Piedad



Apiádate de mí si crees que hoy muero
y no dejes que mi carne
se hunda demasiado en tu lengua
cuando me saques
del infierno
en el que vivo.
Y apiádate de mí,
macabra sensación de virgen
con dedos de mar,
que hoy muero por tu sangre
y tu sangre fluye por mí,
entre mis dedos
entre mis ojos de rabia
No
entre las dudas de un talvez
cargado de sueños aterciopelados
cuando los niños cantan canciones de adultos
y los no tan niños
corren hacia los médanos
para tocarse hasta acabar
ese juego
           que sus padres empezaron.