Sin dejar de pensar, me recuesto con la espalda en llamas, sobre la cama que me espera vacía cada noche. Y la extraña sensación de extrañarte cada vez más se hace notar a mi lado, sobre mi piel, dentro de mí!!
Ya no puedo alejarme de este dolor muscular, tan intenso y sagaz, que no se apiada de mi cuello, que me impide obtener algo de paz en mi mente..
Y ya no puedo concentrarme al tenerte lejos en este día frágil, lleno de espasmos situados en sueños arduos que me llaman para despertar..
Quisiera pensarte al tenerte frente a mí..
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